Al realizar la revisión para la segunda edición de mi libro sobre la masturbación femenina (ahora disponible en la página de “Mis libros”) me topé con una curiosidad de la que había estado ignorante toda mi vida a pesar de ser de Cáceres y haber pasado por el lugar en numerosas ocasiones.
(Algo que, por cierto, me da qué pensar: miro demasiado hacia el suelo y poco más allá del horizonte; algo que no es bueno, precisamente).
(Algo que, por cierto, me da qué pensar: miro demasiado hacia el suelo y poco más allá del horizonte; algo que no es bueno, precisamente).
En el número dos de la Plaza de la Concepción, se encuentra situado el Palacio de la Isla (siglo XVI). En los altos de su fachada existen varias gárgolas que canalizan el agua de lluvia hacia la calle. Una de ellas, la que se encuentra en el extremo izquierdo mirando a la fachada de frente, representa sin lugar a dudas a una mujer masturbándose. Puede verse a simple vista, aunque, como es lógico, se aprecian mejor los detalles utilizando unos prismáticos o el zoom del objetivo de una máquina fotográfica.
Si los lectores sienten la curiosidad de visitar la parte antigua de Cáceres (Patrimonio de la Humanidad) no se arrepentirán de su decisión porque es bellísima. Pero acérquense también al lugar indicado, que se encuentra fuera del recinto amurallado, para contemplar ese testimonio de que mis paisanos no eran tan pacatos en el pasado como algunos se empeñan en señalar.
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